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Vallenato en Stuttgart



Vallenato en Stuttgart
Lizette Arbelaez J.

Hace tiempo ya, escribimos para lo que se llamó “Mensajero Latino”, una publicación para los latinoamericanos de la región, del Círculo Latinoamericano, un artículo sobre el vallenato que titulamos junto al negro Alfonso “EL VALLENATO : El canto de todo un pueblo”. Tuvo tan buena acogida que incluso Rocio Scheffold nuestra encargada de la parte gráfica se enamoró de su ritmo.

La idea siguió rondándonos. En mayo de 2009 junto con Rosemarie Mertens, Patricia Ghitis y Sebastián Medina creiamos en la posibilidad de mostrar este ritmo en Stuttgart que nos identifica en el Caribe. El Deutsch Kolumbianisher Freundeskreis (DKF) definió, entre tres temas, presentarlo dentro de las jornadas culturales iberoamericanas en el marco de la celebración del Bicentenario de las Independencias. Incluyendo un poco de literatura, la construcción del acordeón y una parranda al estilo vallenato.

- Vallenato con B o con V?

El Vallenato: un pueblo, un canto, una forma de vida, un gentilicio, una forma de resistencia, una historia. Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua nos dice: Ballenato, hijo de la Ballena. Sin embargo, a ningún colombiano se le ocurriría escribir vallenato, con B, al referirse a los habitantes de Valledupar (Capital del Departamento del Cesar, ubicada en el valle de Upar). Cuenta Ciro Quiroz, estudioso del vallenato, que una posible explicación la encontramos en la tendencia popular de confundir la V dental con la B labial. Pero también sostiene, que vallenato es un neologismo que nació cuando se les preguntaba a los viajeros en mula de dónde eran oriundos, a lo que los campesinos respondían „Soy nato del Valle“, en otras palabras, soy del Valle nato.

- El uso se vuelve costumbre.

Durante mucho tiempo vallenato fue sinónimo de rústico, de atraso, de gente del campo, y sólo con el tiempo adquirió fuerza de gentilicio hasta extenderse, posteriormente, a los ritmos mas sobresalientes de la región de Valledupar. Aún así, en un principio, el folclor vallenato era una música del pueblo, escuchada despectivamente por las élites y despreciada en las zonas urbanas como música campesina. Oir vallenato era cuento de la plebe, era cosa de ignorantes. Y en esa perspectiva, el vallenato se vio obligado a defenderse por sí mismo, de manera que son muchas las composiciones en las que los cantautores hacen defensa de sus costumbres, de sus ritmos y de su procedencia.

En los anos 80´s aún el vallenato no penetraba las grandes ciudades colombianas con su ritmo. Eran sólo los oriundos de esa zona los que llevaron el ritmo a Bogotá, los estudiantes que llegaban a la capital con esa música pegada a la piel y sus costumbres que ya eran uso en las Sabanas de la costa Atlántica y Valledupar.

El vallenato, como ningún ritmo en Colombia, representa la fuerza del entronque cultural y la construcción de un folclor que expresa el sincretismo musical y étnico. Lo indígena, lo negro y lo blanco se funden en la historia, se mezclan en la sangre, se entrelazan en la música y se sintonizan en el ritmo. Eso es el vallenato, una fusión africana, europea y nativa, que a través de la música expresa todo un sentir y una forma de abordar la vida cotidiana. Así lo demuestran también los instrumentos utilizados para su interpretación: el acordeón europeo, que llega al país en el siglo XIX por mar y entra por La Guajira (norte del país); la guacharaca, instrumento nativo; y el bongó, la caja o el tambor, de origen africano.

- Corona III de Trossingen exclusivo para los vallenatos de Colombia.

El acordeón lo tomamos como un símbolo. Los eventos que se proyectaron en las semanas culturales debían tener relación con Alemania dentro del concepto elaborado. Presentar el acordeón fabricado a unos cuantos kilómetros de Stuttgart, en Trossingen, en la firma Hohner, nos permitía al DKF, mostrar la estrecha relación entre los dos paises. Hohner tiene un museo del acordeón y fabrica los acordeones Corona III de uso exclusivo para los vallenatos. Vemos dentro de la fábrica en Alemania parte de nuestra historia musical del otro lado del Atlántico.

-Parranda vallenata en el Zapata

Traer a un acordeonero desde Colombia no es tarea fácil. En Europa son pocos los que ejecutan un Corona III con la maestría de la gente que participa en los festivales vallenatos de Valledupar. Es también muy dificil mostrar como se hace una parranda vallenata pues suelen juntarse los músicos para contar historias, tomar un ron y simplemente disfrutar con los amigos. Esto ha tratado de hacer Javier Arévalo en el Zapata, después de la conferencia que se llevará acabo en la Alcaldía de Stuttgart el día 15 de octubre, a partir de las 10 p.m. vendrá Ciclón, para todos los amigos que quieran asistir.


“Vallenato, estrecha relación entre dos paises”
Organiza DKF, Stuttgart

Programa en la Alcaldía de Stuttgart
15 de octubre
Sala Mayor 3 piso
Hora:19:00-21:30

Moderación: Rosemarie Recio
Palabras de bienvenida : Alejandro Palacios T.
Referentes:
Dr. Alberto Zuluaga, profesor de literatura de U. Tübingen
Wolfgang Schorlau, novelista
Klaus Stetter, gerente de Hohner
Corte cinematográfico del „Angel del Acordeón“

Colombia Candela, grupo de danza
A las 20:00 Ciclón

Exposición de acordeones del Museo de Hohner

Zapata, Pragstraße 120
Hora: 22:00
Parranda Vallenata de Ciclón. Humerto Yudex y Marcos Gómez

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